Hace muchos años casarse -o simplemente estar en pareja- significaba que el uno debía vivir por y para el otro olvidándose de amigos, de salir por ahí por separado o de tener momentos para uno mismo. Hoy las cosas han cambiado, y mucho. Tanto tú como él tenéis todo el derecho a tener una parcela de vuestro tiempo para desarrollarla como queráis. Y es que no es nada bueno estar viendo a tu pareja -por mucho que la quieras- las 24 horas del día. Sí, tenéis una vida en común, pero eso no quiere decir que uno sea posesión del otro o que tengáis que ir a todos sitios como pili y mili.
Controla las preguntas
Traga a sus amigos
No intentes cambiarle
A él le gusta el rojo, a ti el negro, él odia las discotecas pero a ti te encantan, él odia salir los domingos por la tarde pero a ti la casa se te cae encima, tú eres arrolladora en las relaciones públicas pero él se pone a sudar cuando está delante de gente a la que apenas conoce. Pues bien, estar en pareja no quiere decir que tengáis los mismos gustos o que uno tenga que renunciar a todo para adaptarse al otro. En otras palabras, que no intentes cambiarle. Si quieres salir por ahí o necesitas el contacto con la gente pero a él no le apetece pues para eso están tus amigas, tu hermana, etc.
Controla los celos
Que él tenga mejores amigas no es motivo para que desconfíes de él o tengas miedo de que te vaya a poner los cuernos. Aunque muchos definen de "modernos" a las personas con un mejor amigo del sexo contrario, la realidad es que eso debería ser algo totalmente habitual y corriente. Si es el caso de tu pareja, respétalo. Y si los celos te corroen por dentro aplícate el dicho de "si no puedes con tu enemigo, únete a él" e intenta hacerte amiga suya.
No tengan secretos
Una relación se debe basar, sobre todo, en la confianza y en la falta de secretos, por muy tontos o estúpidos que te puedan parecer. A ver, no estamos diciendo que le digas todo lo que haces o dejas de hacer durante el día, pero debéis intentad hablar de todo porque eso dará mucha mayor solidez a la pareja. Y es que no hay nada tan perjudicial para el amor que las sospechas -aunque sean infundadas-, la desconfianza o la falta de comunicación. En pocas palabras, hablad mucho
Respeta su intimidad
Que exista confianza en la pareja es de las mejores cosas que os pueden pasar, pero eso no quiere decir que metas las narices donde no debas. Es decir, que eso no es ápice para que cuando suene un sms en su móvil vayas corriendo a ver quién es e incluso leerlo, meterte en su Facebook sin permiso o registrar sus cajones aunque no vayas buscando nada. Seguramente no tiene nada que ocultar, pero resulta muy frustrante que alguien se meta en nuestra intimidad de esa manera.
Déjale mirar
Estar en pareja no quiere decir que os hayáis quedado ciegos y no podáis ver con otros ojos al resto de personas. Es totalmente compatible -aunque muchos no lo entiendan, se enfaden y lo tachen de ser demasiado liberal- estar en pareja pero cruzarse con una chica y mirarle los pechos. Porque, ¿no haces lo mismo tú cuando sales con tus amigas y le dices a una de ella "mira ese, que guapo"? Otra cosa es que tu novio mirase a otras chicas más que a ti o que directamente babease o ligase con ellas, pero mirar no es malo.
No piensa como tú
Claro que todas queremos la igualdad con los hombres en planos como derechos, salarios y oportunidades, pero a la hora de pensar ellos lo hacen de una manera y nosotras de otra. Por tanto no esperes que él vaya a reaccionar ante las cosas como tú harías. Acepta que a lo mejor a él le cuesta dar un abrazo, o tiene la cabeza más fría para afrontar los problemas, o si tú estuvieras en su lugar actuarías de tal forma
Muérdete la lengua
Cuando nos enfadamos muchas veces perdemos la cabeza y se nos suelta la lengua, en ocasiones hasta límites insospechados. Lo primero que debes hacer es contar hasta diez antes de decir cualquier cosa. Mucho menos le amenaces o cojas la puerta y te vayas. Sois una pareja y debéis actuar como tal, esto es hablando.
No es el fin del mundo
Y si os enfadáis, ¿qué pasa? Es algo normal en las parejas, siempre hay alguna pelea, y los expertos dicen que es bueno que las haya porque al final la perfección aburre. Si os habéis peleado no hagas de esto una montaña, seguramente será algo pasajero y en unas horas -como mucho unos días- se habrá pasado. Y mucho menos te conviertas en una víctima despechada, porque eso molesta y aleja mucho a los hombres. Si os peleáis pues cada uno en una punta del sillón y se acabó.
Proyecto de futuro sin miedos
Algún día tendrás que dar el paso de comprar un coche juntos o una casa. Y no hay que tener miedo a tener cosas en común. Así que destierra tus miedos y no estés constantemente repitiendo cosas como "¿y si un día lo dejamos?" porque es muy frustrante estar con una persona que parece tener dudas del amor eterno, aunque sea cierto que este no exista.
Pide pero no exijas
Acepta sus fallos
Nadie es perfecto en este mundo, y quien diga que lo es miente. Y tu pareja tampoco lo va a ser y va a fallar mucho, así que acepta sus fallos porque tú también los tienes y, tarde o temprano, vas a cometer un error o vas a hacer algo mal
Compartir aficiones
Quizás odies el fútbol o te aburra la costumbre que tiene de ponerse a hacer puzzles en la mesa del salón las tardes de los sábados pero compartir esas aficiones os permitirá pasar más tiempo juntos. Podéis llegar a una especie de pacto por el cuál él comparte contigo algunas de tus aficiones o hobbies y tú hagas lo mismo con él.
Fuente:noviasradiantes
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